7 oct 2010

Dedicados a cuatro cabezas y cuatro corazones brillantes; los segundos que tardan en la memoria más compacta cada cierto lapsus;


“Hijos míos no juzguéis al arte posmoderno,
pues este chavales, es su momento”
Jomer Simpson

“El tiempo es relativo”
Alberto Ahí-están


De repente estamos ahí reunidos, en el bar. En el mismo antro de siempre. Y todos somos extranjeros aunque hablemos la misma lengua. La mexicana no está detrás de la barra, como suponíamos que estaría hoy. El colombiano costeño de siempre, ese si está. Las frías de este lugar son las mejores que se han probado hasta ahora en esta ciudad, para muchos de nosotros, las cervezas quiero decir. Y hablamos mucho, sobre lo mismo, mientras, observo el rostro perfecto de J gesticular, las palabras brotar de su boca diciendo no sé qué, sobre nada, algo. Y sobrenadar así, por ejemplo como: venga tronco, es un mogollón de vainas. Tratando de imitarme y no tanto pues también le es natural, vaya que tipazo el One Rasta Man. Y dentro de todo, todo eso adentro de la cabeza de E a su muy peculiar/singular manera de ser/sentir y pensar, sentipensar. Aquellas rastas que adornan sus maneras, tan bella, parecida a mi hermana entretejiéndose en su bellaza. Pero sus puestos sin preferidos, por su puesto ese cariño particular sentido por cada uno, gente bella, embellecida de exaltación. Pero T, já que personaje encantador, él no es extranjero y si lo es. Unos grados más conciente de sí que la mayoría de nosotros. Sin ningún piropo lo diré, pues que me castigue Dios si no es así. C es causante de la mayor parte de mis perturbaciones, subcutáneas y ni hablar de los feromonales complejos, sólo creados por mi imaginario interior más profundo, es decir, hablar de un subconsciente en esta vaina sobra. Más tarde lo explicare, te lo prometo T. De ultimo yo, que en este caso me tildare o le llamare W, y más nada que decir (hay que aclarar, en este ensueño no hay gringos, ni nadas que se les parezcan).

La superficie desmedida de lo que es soñar despierto, estando profundamente despierto. Todo eso desmenuzado al cubo de las vainas imaginadas adentro de un bar como ese. Amando la hermandad y anhelando el resultar de esta sabiduría, resultado. Ese anagrama del caos en este lugar resuelto a medias en mi microcosmos imaginario. Aun así no es obra mía lo que acontece en nuestros recuerdos cargados de relatividad y sustantivos sostenidos al sostenimiento sostenible de los hechos, del sustraer la magia de los desasosiegos al tratar de conllevar nuestra realidad. Cuanta mamadera de gallo, de tanto sudarnos las pollas, de todas estas mondades en las cuales construyo un no-relato para ustedes, caras de mondá. Los quiero, pues no hay propósito sin su bella causa y viceversa, siempre copada, siempre y solo siempre que sea para bien.

Y olé, ché, ohlala, perdóname C. Nojoda…




Foto: of lions and wolves - talkoftrouble

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