23 mar 2010

Plantapop 0




La hierba es alta
con una rutina de tambores
los pasos
mis grises se extienden son líneas
desde los rostros
lejos o cerca la perspectiva me invade
los horizontes pequeños
con lo demás que es obvio
entro con el movimiento del paisaje
un poco borroso
en el silencioso color
sopla viento.



Imagen: Plantapop 0 - Wittadlo Barón Ríos

Para leer en forma admirativa y conversacional



Me pregunto cuanto más me perseguirás,
preguntaras las mismas preguntas, los mismos acertijos.
¿Será posible encontrar una manera, con el tiempo y la calma necesaria?
Hasta este momento he representado bien el papel, como payaso, de malos tratos,
aquel silencioso temor a la muerte representando en mí como parte del espectáculo;
esa devoción incestuosa que no podré olvidar de mi empirismo sexual,
aquella niñez más allá de precoz, absurda.
¿Cabe decir algo?
¿Algo que decirme podrá caber, llenara los espacios vacíos?
Deberían existir interruptores para nuestras conciencias, el control no remoto de los
sinsentidos, y te podría jurar que seriamos capaces de apagar las ganas
de saltar al vacío, de llorar siempre,
el maldito problema este de pensar-sentir demasiado sin pausa.
Quiero poner el ruido en un lugar exacto, colocarlo ahí, darle su otra forma humana
y hacer de ello mi obra.
Creo que la música nace en un lugar en el que tú y yo no podemos existir por separado,
así es y si por alguna razón me equivoco, escucha.
[…]
¿Me escuchas?



Foto: Espejos - Wittadlo

3 mar 2010

Nostalgia viajera



La de los pasos lentos
en aquella calle que olvidamos olvidar,
en la casa de la abuela
el olor a viejo es la caricia del pasado;
necesaria riqueza la del perdón que nos insiste,
solo un deseo roto y arañado escrito invisible en la pared.
Tus ojos tristes papá.



Foto: Rough Sea - Nuri Bilge Ceylan

Algunos problemas



La motivación necesaria para escribir no se presenta en este momento.
Perdón, de verdad, lo siento.
Aunque el ventilador que no es de marca Sanyo como me gustaría –abanico, de
donde vengo, lo llamamos equivocadamente así por razones culturales, de hecho prefiero el "error” ya que casi todo lo demás esta equivocado de aquí a la luna–.
El abanico que no es Sanyo gira entregando su frescor innecesario, se estaría bien sin él.

Afuera llueve tranquilamente.

Esa será la única anotación proveniente de una naturaleza olvidada
y tristemente dejándola de lado prosigo hacia la nada,
con todo lo que me acompaña de este mundo tan humano y baladí.

Los cables de cada aparato puesto a mí alrededor con algún uso en desuso
representando la longevidad de la existencia pura,
del interruptor al toma corrientes la energética flama de la cual se alimentan los vástagos objetos, dándole sentido al cosmos.

En el caso de algunos más avanzados espiritualmente como las computadoras
o celulares de hoy, sus almas clamando por el preciado fluido, cediendo al placer,
electrocutante para nosotros los de la carne y la fetidez.
Eso si están conectados y si no también es posible,
en cuanto a las baterías igualmente necesarias en cada caso físico, es igual.
Si son simples bellezas mecánicas como un reloj no siempre.

Y en el caso metafísico de una hoja de texto del programa preferido,
en donde un poema qué escribir o una carta insulsa al sindicato de recicladores,
para que recojan bien los desechos inorgánicos
y no dejen los orgánicos tirados en la calle que dejan siempre…

Nuestras miserias mezclándose entre si dan vida a estos encuentros del tercer mundo,
únicos e irremplazables.
Disculpen, ¿tenemos sindicato de recicladores, verdad?



Imagen: [imp pnt] - Wittadlo

Esparadrapo



Senderos abiertos del hambre, anhelados sueños y dispuestos gritos.
El Susurro perdido entre sabanas tildado de sueño.
Así como clásicas escenas suburbanas llevadas al monte por la narración absurda de mis razones –no hay tal cosa creíble–, tal vez la imaginación lleve al matorral lo que los monstruos reclamen.
El viento hará lo suyo en la secuencia de ruidos alejando toda posible calma de aquí a la intemperie, donde los ecos nunca vuelven y las alarmas son nocturnos destellos en la ventana.
La lluvia caerá, es muy probable.
Todo se asienta en la tenue fábrica de los ojos de mi cinemascope personal.
Se aclara el sabor de las palabras que van brotando, su olor de canto en tú piel.
Y siento como me devoran las ganas.



Cómic: Frío Ecuador - Enki Bilal